Reforma Protestante

Reforma Protestante
La Reforma Protestante con todos los sucesos ocurridos en Europa desde el siglo XIV hasta ahora. Lutero pega las 95 tesis en la puerta de su templo y asi se separa de la iglesia romana.

Juan Calvino detalles

 JUAN CALVINO
 

dijo, Juan Calvino

“todo lo que se dice para ensalzar lo meritos de las obras, destruye tanto la alabanza debida a Dios, como la certidumbre de nuestra salvación


        


 Calvino nació en Noyon, al norte de Francia, el 10 de julio de 1509, con el nombre de Jean Cauvin. Era hijo del secretario del obispado de su ciudad y estudió humanismo en importantes colegios de París y luego leyes en la universidades de Orleáns y Brujas.

Poco después de publicar su obra Sobre la Clemencia, Calvino se convirtió al protestantismo, por lo cual tuvo que abandonar Francia.

Predestinación

Instalado en Suiza, Calvino redactó su obra fundamental: Sistema de la religión cristiana. Este documento era un resumen de las ideas protestantes donde, entre otros temas, rechazó la interpretación de los sacramentos como eran entendidos por la fe católica y diseñó un plan de organización para la nueva creencia. Sin embargo, fue su propuesta de la predestinación la que resaltó en esta obra.

Calvino compartía con Lutero la idea de que el ser humano podía obtener la gracia por la fe, pero para el teólogo francés Dios ya había elegido desde antes de la creación del mundo a solo algunos hombres para salvarlos, mientras que los demás estaban irremediablemente condenados. Por lo tanto, nada que el hombre hiciera podía cambiar la voluntad divina.

Este teologo también redujo solo a dos los sacramentos: el bautismo y la comunión, la cual solo la aceptó en un sentido conmemorativo, y suprimió todos los ritos del culto, el crucifijo, el altar y las jerarquías entre los sacerdotes, a los cuales denominaba pastores o ministros y que eran laicos.

 En 1536, Calvino fue invitado a Ginebra, donde permaneció hasta 1538, cuando, en el afán por regularizar el protestantismo recientemente adoptado por la ciudad, elaboró un código litúrgico y moral tan severo, que fue expulsado por el consejo ginebrino.

 

El teólogo se estableció entonces en Estrasburgo, donde se casó con la viuda Idelette de Bure, con quien tuvo un hijo, el que murió cuando era niño. Durante esos años, Calvino participó en varios concilios entre católicos y protestantes, donde conoció a Martín Lutero.

Pero Ginebra no lo había olvidado y como persistía el caos por la nueva doctrina y también la amenaza católica externa, lo llamó nuevamente en 1541. A partir de ese año, Calvino fue el verdadero amo y señor de la ciudad, tanto en el aspecto religioso como en lo económico y político. No vaciló en eliminar a sus opositores e impuso sus ideas religiosas de gran dureza. Vigilaba la vida privada de los ciudadanos, castigaba con multas a quien orara en latín, jugara a los dados o se riera durante un sermón y decidía la forma de vestirse y de adornarse o cubrirse la cabeza, entre otras prerrogativas.

Calvino organizó la iglesia de Ginebra, ciudad que se convirtió en la Roma del protestantismo. Desde esta urbe la nueva fe se extendió por Francia, los Países Bajos, Escocia y, posteriormente, Estados Unidos.

Sin embargo, este teólogo también se preocupó de mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Creó hospitales, mandó a construir alcantarillados y se preocupó por darle atención especial a los pobres y enfermos, además de dar un impulso a la industria. Asimismo, promocionó la aplicación del francés en las iglesias y contribuyó a que este idioma se desarrollara y afianzara como una lengua moderna.

Sin embargo, su legado más destacado fueron sus escritos de catecismo y comentarios sobre la mayoría de los libros de la Biblia.

Su muerte

Desde 1550 Calvino se esforzó por ayudar a otros grupos protestantes que eran cercanos a sus ideas y por darle una coherencia a su propia doctrina. En 1559 se publicó la versión latina final de las Instituciones, la que un año más tarde sería editada en francés, donde consignaba sus diferencias teológicas con el luteranismo. Juan Calvino, que nunca gozó de buena salud, ya que padecía de asma y constantes catarros, murió el 27 de mayo de 1564, siendo enterrado en una sepultura anónima en Ginebra.

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