Reforma Protestante

Reforma Protestante
La Reforma Protestante con todos los sucesos ocurridos en Europa desde el siglo XIV hasta ahora. Lutero pega las 95 tesis en la puerta de su templo y asi se separa de la iglesia romana.

La Reforma y sus comienzos

 La Reforma y sus comienzos
 
La Reforma
1. Informaciones de fondo
2. Zwinglio
3. Bullinger
4. Más informaciones
*(Optamos por la forma más cerca al nombre original en alemán. No obstante en la literatura se encuentra ambas formas del nombre del reformador suizo)
En la primera lección nos preocupamos de movimientos y personas singulares quienes - desde la perspectiva de la Reforma - son considerados como sus precursores. Con la segunda lección entramos al área de la Reforma misma. Antes de dirigirnos al primer reformador reformado, Ulrico Zwinglio, trataremos de iluminar el contexto y su fondo.
1. Condiciones e informaciones de fondo
La situación política en Europa y en la Confederación Helvética
Después de la muerte del emperador Maximiliano I., los príncipes electores coronan emperador del Imperio Alemán a Carlos, el joven rey de España, y no al rey francés Francisco I., el favorito de Roma. Entre los dos monarcas estallan conflictos bélicos durante las siguientes décadas, porque el nuevo emperador quiere restituir el imperio antiguo. La mayoría de las veces, Francia sufre derrotas. En el sudeste de Europa, los turcos conquistan grandes territorios, por lo que el emperador Carlos V. está bastante más preocupado de sus tareas militares que de la Reforma, que está dando sus primeros pasos en Alemania. Esto a su vez afirma el poder de los príncipes electores quienes se consideran a sí mismos como los verdaderos señores, ya que el emperador fue designado por ellos. Por consecuencia, la Reforma alemana tiene "cara de príncipe": el débil poder central y la fuerza de los soberanos territoriales llevan a que los últimos disponen sobre la confesión en sus países: o mantienen la doctrina católicorromana, o introducen la Reforma luterana. La Reforma alemana, por ende, es una "Reforma territorial", porque cada reino o territorio tiene su propia confesión. El término técnico para este hecho es "cuius regio, eius religio" - cada soberano regional determina la religión de sus súbditos.
En la Confederación Helvética, en ese entonces aún no llamada Suiza, la situación se presenta distinta. Allí no hay príncipes, sino ciudades independientes (en alemán "Orte") con su entorno respectivo ("Landschaften"), que no aceptan ningún poder superior a ellas. Los gobiernos de las ciudades son elegidos por los ciudadanos que poseen el derecho de ciudadanía. Las distintas ciudades están organizadas en la Confederación Helvética, en la que ninguna de ellas tiene la hegemonía. Las decisiones comunes son tomadas en una especie de parlamento ("Tagsatzung"), pero no son vinculantes para las ciudades. Cada ciudad decide por sí misma, también en asuntos religiosos.
La situación de la iglesia católicoromana en la primera mitad del siglo XVI
Los movimientos prerreformistas que tratamos en la primera lección, por su mera existencia han indicado una crisis latente en la iglesia católicorromana. Los concilios de los siglos XIV y XV no pudieron realizar reformas de verdad, a pesar de sus buenas intenciones. La práctica de la simonía, carencias en la formación teológica, y sobre todo las indulgencias, son señales alarmantes. Crece la crítica frente la iglesia; la oposición apunta sobre todo a las costumbres morales dentro del clero y en los monasterios, y en el manejo del dinero. Aparte de esto, sin embargo, se puede observar una cara muy distinta: la espiritualidad popular y el anhelo religioso cobran muchísima fuerza, especialmente en Alemania, palpable por ejemplo en los numerosos peregrinajes. Aumenta la cantidad de misas por lo cual se necesitan más curas. Si bien la iglesia católicorromana demuestra hacia afuera una piedad inquebrantable, mirándola bien, se revela que existe una gran necesidad de reformas. El tiempo para la Reforma ha llegado.
La Reforma no debe ser identificada con Lutero
En Alemania, cuando se habla de la Reforma, ésta suele asociarse directamente con la persona de Martín Lutero, y es cierto, porque con él empezó. Las 95 tesis que fijó en la puerta exterior de la iglesia del castillo den Wittenberga el 31 de octubre de 1517 son el mejor testimonio. Sin duda, Lutero es el reformador más importante. Pero no es el único, no en Alemania y mucho menos en otros países. Hay que prestar atención a dos cosas: Por un lado, la Reforma no debe ser identificada con Lutero; justamente la Iglesia Reformada se remonta a Zwinglio y Calvino sin poder ni querer cuestionar los méritos de Lutero. Por otro lado, Lutero no puede ser la medida absoluta para lo que se considera "reformado" o no. Esto significaría estrechar nuestro horizonte y no poder valorar los conocimientos y descubrimientos de otros reformadores.
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